Además de disociar la ingesta de los alimentos, la dieta de las 2 Fases establece
un cierto control sobre las calorías (de 2.000 a 2.500).
Es ligeramente
desequilibrada en la primera fase, pero queda compensada en la segunda.
Kilos perdidos: de 1 a 2 por semana.
Para quién no está recomendada: Menores de 5 años y mayores de 45.
Esta dieta disociada tiene dos fases.
En la primera se prohíben grasas e hidratos de carbono, y en la segunda fase se incluyen poco a poco, a excepción del azúcar.
Los alimentos permitidos se pueden comer en la cantidad deseada.
Menú dietético de la dieta de las 2 fases.
PRIMERA FASE:
Se puede comer fruta, pero 1 hora antes que el resto de la comida y sin mezclar la ácida con la dulce.
Queso fresco, requesón sin azúcar y yogur desnatado.
Huevos: 2 o 3 veces a la semana.
Pescados y mariscos:
Menos ostras y vieiras. Aceite de oliva.
Carnes blancas:
Pollo, conejo, avestruz, fiambres sin grasa, jamón de York y jamón serrano.
Cereales completos:
Legumbres (1 vez a la semana y sin acompañamiento), arroz, harina y pan integral.
Verduras:
Acelga, alcachofa, ajo, berenjenas, berros, brócoli, brotes de soja, calabacín, calabaza, cebolla, col, col de bruselas, coliflor, champiñón, espárragos, escarola, espinacas, hinojo, judías verdes, lechuga, pimiento, pepino, puerro, rábano, repollo, setas, tomate y yuca.
Alimentos prohibidos:
Carnes grasas, pastas, chirimoyas, aguacates, plátanos, higos, el resto de las verduras y el azúcar.
SEGUNDA FASE:
De mantenimiento de peso.
Los alimentos
prohibidos se van incorporando progresivamente (a excepción del azúcar).
El pan, la harina y el arroz deben seguir siendo integrales.
Se puede
tomar un vasito de vino de vez en cuando.
Ventajas de la dieta de las 2 fases.
La dieta de las 2 fases permite comer sin pasar hambre.
Puede prolongarse en el tiempo como se desee, siempre bajo control
médico.
Con unos mínimos cuidados, el peso perdido no se recupera, obteniendo un buen
aporte de fibra.
Inconvenientes de la dieta de las 2 fases.
Es una dieta ligeramente desequilibrada
por el gran aporte de proteínas.
Sin embargo, esto se ve compensado en
su segunda fase, donde la alimentación es más variada.
Se puede seguir
sin esfuerzo, es necesario acompañarla de mucha agua, para eliminar las
toxinas (sobre todo, la acetona) que provocan el exceso de proteínas y
el ejercicio.
La pretensión de esta dieta es conseguir que una persona
sea delgada el resto de su vida.
.